martes, 18 de junio de 2013

Combatir la ansiedad

La ansiedad es uno de los trastornos más extendido en la sociedad occidental, cada vez hay más gente que la padece. El ritmo de vida actual, los malos hábitos alimentarios y de sueño, el tipo de personalidad ( Leer artículo Ansiedad-y-personalidad), la situación económica,  un acontecimiento estresante (por ej: pérdida de empleo o pérdida de un ser querido) podrían aumentar la probabilidad de presentar ansiedad. También  es muy probable que si los padres tengan ansiedad los hijos puedan presentar este trastorno, y las mujeres tienen el doble de riesgo de padecerla comparado con los hombres.
Pero, también es verdad que hoy en día se hace un mal uso de este término. Entonces, ¿cómo podemos saber si padecemos ansiedad? Primero de todo, se tiene que distinguir el estado de ansiedad que podemos  experimentar todos ante cualquier acontecimiento como puede ser un examen, o un evento estresante,  y que es debido a una causa justificada y en un momento puntual,  y la persona sabe por qué está nerviosa. Este grado de ansiedad es necesario para el individuo para hacer frente a las situaciones de la vida cotidiana y permite mejorar el rendimiento de las actividades diarias. En cambio, la persona que tiene ansiedad patológica experimenta miedo, desasosiego y preocupación excesiva y es considerado un problema ya que interfiere en todos los aspectos de su vida (familiar, social, laboral, etc.) y puede afectar a su salud. Hay muchos tipos de ansiedad, y a continuación, hablaremos de algunos de ellos: se puede dar que la persona no sepa por qué le ocurre (y habría que indagar en la causa), puede ser desencadenada por un estímulo ambiental (por ej. perro), por una situación determinada (por ej, conducir), o también después de un acontecimiento estresante para la persona (trastorno estrés postraumático), o por último, porque la persona experimenta miedo a los lugares donde no puede recibir ayuda, por temor a sufrir crisis de pánico (agorafobia).

Las personas que tienen ansiedad suelen padecer crisis inesperadas y repentinas  con  síntomas como: aprensión, hiperventilación, falta de aire, palpitaciones, opresión o malestar torácico, miedo a volverse loco o a perder el control, molestias abdominales, náuseas, inestabilidad o mareo, etc. Antes de poder tratar este trastorno, las personas deben de reconocer que tienen un problema y también desear que alguien les ayude. En psicología, existen diferentes técnicas para tratar la ansiedad:

-         Técnicas de relajación: A través de la respiración abdominal se puede llegar a controlar nuestro estado emocional y calmar la ansiedad. También se preparan relaciones guiadas para disminuir la ansiedad.
(Ver siguiente vídeo)


                                                


-     Técnicas cognitivo-conductuales: Son técnicas que pretenden modificar pensamientos negativos y repetitivos por otros pensamientos más positivos, además de cambiar conductas que no ayudan al sujeto a superar la ansiedad (como por ejemplo, la evitación, las personas que padecen ansiedad evitan ciertas situaciones). También existen las técnicas de entrenamiento en habilidades, como enseñar a la persona asertividad (la persona aprende a defender sus puntos de vista y expresar sus opiniones sin herir o perjudicar a otros) o habilidades como la solución de problemas y la toma de decisiones .

Además, también pueden ayudar tratamientos naturales como la acupuntura, y también la dieta, lo que come la persona incide en su estado de ánimo. Ingerir alimentos ricos en magnesio, como por ejemplo, los frutos secos, las legumbres, productos integrales, y verduras como espinacas y acelgas fortalece los nervios y calma la ansiedad. Y por último la práctica regular de actividad física moderada (caminar, correr, nadar, yoga, etc.) es muy recomendada.

Para más información sobre la ansiedad, podéis ver el siguiente documental:




lunes, 6 de mayo de 2013

Creatividad...¿dónde estás?

Vivimos inmersos en un mundo automatizado en muchos aspectos. 
Nuestra forma de educar es de forma igualitaria para cada alumno, y evalúa bajos los mismos parámetros, nos enseña que hay una respuesta correcta e incorrecta para las cosas.
Nuestra forma de hablar, actuar, comportarnos e incluso de vestir sigue unas normas culturales....¿dónde queda, entonces, la creatividad, en este punto?.

Es cierto que cuando somos niños la capacidad de aprender cosas nuevas es mayor, pero el tipo de vida que llevamos está regida por estrictos horarios y es cada vez más pasiva, que no quiere decir con menor actividad. Esto es, cada vez con más número de empleos y menos tiempo de ocio, invertido de cara a un pantalla, ya sea a ordenador o móvil, es decir, ceñida a programas informáticos y a otro tipo de máquinas, en los que no se requiere mucho del intelecto o de la inteligencia creativa. En lugar de que las máquinas se parezcan a los seres humanos, parece que ocurre a la inversa: los seres humanos nos parecemos más ellas.

A pesar de que cada vez se estudia o se lee más, se hace de forma más rápida y menos comprehendida.
Aunque la vida nos resulte mucho más sencilla que a nuestros antepasados, se vive en un estado de ansiedad tan poco adaptativo, que a nivel orgánico se genera un nivel tan elevado de corticoide como si nuestra vida estuviera en peligro de forma continua. ¿Hasta qué punto el ser humano ha evolucionado, entonces?; ¿podríamos hablar de involución?. Quizás podemos hablar de revolución tecnológica, ¿pero, humana?
Y qué decir, entonces, si nos dejaran libres, por ejemplo, en otro planeta, ¿seríamos capaces de improvisar y de buscar recursos antes insospechados?. En este caso, dado que de ello dependería nuestra propia vida, es probable que la mayoría de nosotros más tarde o más temprano tendría que cambiar de forma forzada a ver las cosas de otra manera, extrayendo sus mejores habilidades y finalmente intentar disfrutar de ellas en lo que le quedara de existencia ...de esta manera podría definirse la creatividad....y no sólo la persona que pueda producir ideas o comportamientos originales, sino que también éstos sean adaptativos.

La mayoría de los seres humanos deseamos ser parecidos al resto, ya que eso nos hace encajar dentro de la normalidad, con lo cual la creatividad y la psicopatología se han relacionado de forma frecuente. Esto no debe alejarnos de nuestro propio "yo" e intentar explorar quién somos, nuestras habilidades y recursos para ser felices.
La creatividad, no sólo es un don heredado genéticamente sino que puede aprenderse y desarrollarse.
Gracias a la imaginación podemos crear nuestro presente, predecir el futuro, ponernos "en la piel" de otra persona. Todos tenemos esa maravillosa capacidad, pero hay que aprender a explotarla.

- En primer lugar, debemos descubrir y buscar aquello que nos motiva y nos gusta.
- En segundo lugar, debemos arriesgarnos y lanzarnos a probarlo y empezar a hacer aquello que nos gusta.
- En tercer lugar, como un científico, hay que seguir nuestras hipótesis, y si no son las correctas, refutarlas y seguir con otras que nos permitan poco a poco acercarnos a la mejoría, y a la habilidad.

A continuación os dejo un vídeo sobre la creatividad, que os permita inspiraros a cada uno y reflexionar sobre vuestro propio camino...








 ¿Realmente disfrutamos de la vida? ¿Somos felices?

El ritmo de la vida actual es demasiado acelerado, siempre estamos pendientes del reloj, de todas las tareas que debemos de hacer (y si no tenemos suficientes, nos imponemos más y más…), vivimos para trabajar y nos perdemos la esencia de las cosas, hacemos todo rápido, la mente siempre está funcionando (un pensamiento detrás de otro, sin descanso). Nuestra cultura nos ha inculcado el miedo de perder el tiempo, pero ¿no será que estamos desperdiciando nuestra vida?, ¿realmente vale la pena vivir así?
Tendríamos que desacelerar, saborear más la vida y todo lo que tenemos a nuestro alrededor, relajarnos y, simplemente VIVIR.

Si nos fijamos en los niños, o si recordamos cuando éramos pequeños, ellos no tienen este concepto de velocidad en sus vidas, sólo lo tenemos los adultos. Esto quiere decir que, por naturaleza, los seres humanos no somos así, sino que es la sociedad que nos impone este ritmo, y nosotros creemos que tenemos que estar siempre ocupados y así seremos más felices y nos sentiremos más realizados. Pero, si lo analizamos, realmente haciendo tantas cosas en un día no podemos disfrutar ni de la mitad de ellas, es imposible. ¿No os ha pasado que mientras estáis realizando una tarea, pensáis en la siguiente que tenéis que hacer?. Seguramente, debido a este estrés que padecemos a diario cada vez hay más personas con trastornos como la ansiedad, depresión, entre otros. Y es que vivir de este modo, repercute en nuestra salud de manera negativa, y no debemos de olvidar que ante todo somos humanos, no “máquinas”.  (Ver siguiente vídeo sobre el estrés)




Existe una nueva filosofía de vida “LA VIDA LENTA”, que apuesta por ser más conscientes y estar más presentes en nuestras vidas, valorando todo aquello que realmente es importante y, a veces, dejamos de lado. Hace hincapié en la calidad del uso del tiempo y en la lentitud. La lentitud es una manera de entender la vida, que se traduce a vivir más intensamente, disfrutar de cada instante y hacerlo inolvidable, nutrirse de experiencias, aprender, hacer lo que se desea y vivir una vida con sentido. Hay muchas cosas que podríamos modificar en nuestras acciones diarias y de esta manera, mejoraríamos nuestra calidad de vida y por consiguiente, seríamos más felices. Por ejemplo, algunas de ellas podrían ser las siguientes:

1. En nuestra agenda diaria a veces ponemos más tareas de las que realmente podemos hacer, y algunas de ellas las podríamos postergar. Habría que priorizar y hacer lo que es realmente importante para hoy. "Es mejor hacer menos, pero mejor".

2. Cuando estemos con nuestros seres queridos, tanto familiares como amigos, disfrutar de su compañía sin que el móvil o el ordenador, u otro estímulo estén presentes, y así tendríamos relaciones más sanas y sinceras. Tenemos que ser conscientes que las personas que nos acompañan son muy importantes en nuestras vidas, y hay que dedicarles tiempo y atención.

3. Comer y beber despacio, hay que tomarse un tiempo para alimentarse sin prisas, ya que comer mal puede afectar a nuestra salud.

4. Buscar momentos para estar a solas con uno mismo, en silencio, cada día. Todas las personas necesitamos este espacio para reflexionar, escucharnos, tomar decisiones, saber qué metas queremos conseguir en nuestras vidas, para desconectar, etc. Es muy necesario y positivo ya que con ello logramos un equilibrio y bienestar emocional, aumenta nuestra autoestima y también nos ayuda a conocernos.

5. Hacer ejercicio, pasear, ir a la montaña, contemplar la naturaleza, viajar, escuchar música, leer, cantar, bailar, reír, etc. En definitiva, hacer actividades que nos hagan sentir bien y nos aporten tranquilidad y paz interior.



martes, 23 de abril de 2013

El vaso: ¿medio vacío o medio lleno?



Ya desde la época de Platón, con el mito de la caverna, se planteaba si aquello que “veían” los seres humanos era o no la realidad, o “las sombras de la caverna”, es decir un efecto ilusorio de la realidad objetiva.

En la visión, o la forma de ver las cosas está implicada la percepción, que es un proceso complejo, ya que no sólo interviene el órgano de la vista sino que está implicado el cerebro de forma importante. En dicho proceso intervienen varios factores como la personalidad, el estado de ánimo, la memoria de acontecimientos vividos, y nuestras creencias, entre otras, influenciadas por otros factores  externos como la cultura y  el ambiente social.

Ya que hemos citado la personalidad, cabe decir aquí que existe  una parte genética, o una tendencia temperamental de algunos a ser más optimista, o  a ver la parte positiva de las cosas y de otros a ver la parte negativa o, nunca mejor dicho: de “ahogarse en un vaso de agua”.

Recuerdo una escena de la película “Antes del atardecer” (película muy recomendable para los románticos empedernidos) en la que los protagonistas mantenían un diálogo y en el que se comentaba que, incluso si a uno de nosotros nos tocara la lotería, pasado el momento de euforia inicial el estado de ánimo volvería a ser el mismo que el habitual. Es decir, que al margen de las circunstancias que nos envuelven, nuestro temperamento marca una tendencia básica de comportamiento y actitud ante la vida.

Por otro lado, existe una parte biológica, fundamental para la supervivencia del ser humano, a través de la cual nos ha sido adaptativo plantearnos los aspectos negativos o consecuencias negativas de una situación para poder prevenir o estar preparado frente a situaciones adversas.

Y qué decir de nuestras creencias, fundamentadas por nuestra cultura, la cual ha permitido la transmisión de conocimientos entre generaciones, pero también de ideas erróneas o poco adaptativas como que existe una solución perfecta para cada problema, que el mundo debería ser justo, que para considerarnos válido, debemos ser útiles, competentes y conseguir todo lo que nos propongamos, etc., y  que tanta perturbación nos provocan en nuestra vida…
Afortunadamente, nuestra inteligencia y nuestro cerebro sirven  mucho más que para eso, y nos permiten “salir de nosotros mismos” y ser conscientes de que dejarnos llevar por nuestros pensamientos no siempre es correcto, y debemos dudar de ellos. Además, si estos pensamientos son negativos podemos entrar en una espiral destructiva nada aconsejable, que muy probablemente nos hará sentir muy infelices en todos los ámbitos de nuestra vida.

Es por eso, que una vez nos encontramos en este punto es importante proponernos ciertas acciones que nos alejarán de esa espiral y nos permitirán acercarnos más a la felicidad. Se trata de acciones muy sencillas pero que requieren que tomemos en serio nuestra felicidad y nuestra vida, es decir, PONER EN PRIMER LUGAR NUESTRO BIENESTAR. Sobre todo, olvidarse de que eso es una forma de egoísmo, ya que para poder hacer feliz a los demás debemos estar felices con nosotros mismos.

A continuación os dejo una serie de ejercicios que os pueden ayudar  a trabajar con vuestro diálogo interno:

  •  Leerse frases positivas en voz alta de forma convincente para poder mejorar nuestra autoestima. Puede ayudaros un amigo/a  crear estas frases, que indiquen vuestra cualidades, por ejemplo.
  •  Intentar bloquear el pensamiento cuando surjan pensamientos negativos como diciéndose la palabra “cancelar, “cancelar”, o imaginando una escena que os produzca bienestar.
  •  Crear un guion o una historia  positiva y motivadora de tu vida: imaginando que cumplís vuestras metas y objetivos
  •  Rodearse de gente positiva, que contribuya a crear situaciones gratificantes en la vida y no lo contrario.
  •  Focalizar los buenos momentos de tu vida, pensando en las buenas experiencias que habéis disfrutado durante vuestra existencia, centrándoos en anécdotas positivas.
  • Enfrentándoos a vuestros miedos, con coraje y valentía, os ayudará a proponernos nuevos retos que os permitan evolucionar y mejorar cada día. Este hecho permite darse cuenta que las cosas no siempre son tan difíciles como parecen y mejorará vuestra  autoestima. 
  • Y para los más curiosos, existe la técnica Psyck- K que permite eliminar los pensamientos irracionales o cambiar nuestras creencias subconscientes y que nos crean bloqueos en nuestra vida. Para más información, clika aquí: 


 Para finalizar, os dejo unas cuantas viñetas de humor, ¡porque la vida hay que tomársela con optimismo!




viernes, 19 de abril de 2013

¿Qué es la motivación? ¿Cómo podemos motivarnos?


La motivación es la fuerza interior que nos impulsa a hacer algo. Una vez hemos conseguido aquello que deseábamos, nos sentimos satisfechos y felices con nosotros mismos y además nos aporta seguridad para poder realizar todo aquello que nos propongamos de ahora en adelante. Pero, ¿qué pasa cuando aquello que anhelábamos conseguir no lo logramos? Pues, por ejemplo, podemos sentir una profunda tristeza e incluso frustración, ya que podemos llegar a creer que no somos capaces de lograr nuestros objetivos. Sin embargo, el hecho de no conseguir algo también puede ser positivo para nosotros, todo depende de cómo lo miremos. De esta manera, ésta puede ser una buena oportunidad para aprender más de nosotros mismos, analizar nuestros errores y corregirlos, y que no hayamos conseguido algo una primera, una segunda o una tercera vez… no significa que no lo podamos conseguir en un futuro.  Y es que, la vida consiste en superar obstáculos, hacer frente a adversidades e intentar mejorar todo lo que esté en nuestras manos. Por lo tanto, debemos aceptar nuestros fracasos y pensar que muchas veces no saldrán las cosas como las habíamos previsto, pero aún así siempre podemos mejorar si nos lo proponemos: “sólo nosotros mismos podemos cambiar nuestra realidad”.

¿Qué nos impide realizar nuestros sueños? Hay muchos factores que pueden intervenir, pero los más generales son: el miedo a equivocarse, el miedo al cambio, el miedo al rechazo social (o al que dirán los demás), la inseguridad o falta de confianza en uno mismo y la excesiva preocupación por el futuro (que anula nuestra conducta y hace que malgastemos nuestro tiempo pensando demasiado). También, muchas veces nos encontramos en una situación de confort, donde nos cuesta hacer cambios en nuestra vida; es mucho más cómodo quedarse en el lugar en el que nos encontramos que hacer algo diferente que requiera un esfuerzo de nuestra parte.
De este modo, si estamos buscando sentirnos más motivados, nosotros tenemos que estar dispuestos a cambiar, la motivación no vendrá a nosotros sin hacer nada. Para aumentar la motivación, podemos seguir los siguientes pasos en nuestro día a día:
Primero de todo, tendremos que decidir qué es lo que queremos conseguir en nuestras vidas, conocernos un poco más a nosotros mismos y ver qué nos hace felices y hacer lo que nos apasione de verdad. Si tenemos uno o varios motivos poderosos por los que valga la pena luchar,  eso será suficiente para llegar a nuestra meta.
También, tendremos que aprender a controlar nuestro estado emocional, ya que habrá días en los que nos sentiremos felices, y días que estaremos tristes. Una de las técnicas más efectivas para controlar las emociones es la relajación, y basta con aprender a relajarse a través de la respiración, siendo consciente de cada inspiración y expiración, llevando a cabo la respiración con el diafragma (hinchando la barriga cada vez que inspiremos y desinflando la barriga cada vez que expiremos). Basta con aplicar este método 20 minutos cada día en una postura cómoda (se recomienda sentado en una silla con la espalda recta, con la cabeza ligeramente inclinada hacia abajo y apoyando las manos sobre las rodillas) y en un ambiente tranquilo, donde no haya ningún tipo de ruidos. Otra variable a tener en cuenta que influye en nuestras emociones es lo que nos decimos a nosotros mismos y a los demás sobre lo que nos pasa, así que hay que intentar centrarnos más en los hechos positivos de nuestra vida, más que en los hechos negativos. Es decir, la actitud que tengamos frente a nuestra realidad es muy importante, si pensamos en positivo, y hablamos de las cosas buenas que nos suceden, atraeremos lo positivo a nuestras vidas, en cambio, si siempre nos estamos quejando o viendo lo peor en lo que nos acontece,  atraeremos cosas más negativas.
Otra de las tareas que podemos realizar es llevar a cabo un plan de futuro, pensar qué queremos en nuestro futuro y hacer un plan con las diferentes tareas para poder conseguirlo. Además, es muy importante visualizar que conseguimos esto que deseamos.
Por último, hay que aprender a motivarse cada día. La motivación es algo que hay que alimentar, requiere un esfuerzo constante de nuestra parte para poder conseguir nuestros sueños. Tenemos que esforzarnos por dar lo mejor de nosotros mismos, creer en nuestras capacidades (no importa lo que digan los demás) y pensar que todo aquello que nos propongamos lo podemos conseguir con fuerza de voluntad y entusiasmo. Y, cuando hayamos conseguido nuestros objetivos, siempre hay que ponerse otros nuevos.

A continuación, tenéis un par de vídeos muy interesantes sobre la motivación, el primero es un cuento de Jorge Bucay y el segundo es una entrevista a un profesional del coaching. Espero que os gusten. 




                                      


domingo, 17 de marzo de 2013

¿Por qué “Fluir”?


El término fluir, hace referencia a dejar marchar o desarrollar algo sin dificultad, como el agua emana de la fuente y el río fluye, como la mente creativa no deja de concebir y proyectar ideas…

Cuando llegó el momento de pensar el nombre de nuestro blog un mar de ideas y dudas brotaban en nuestra cabeza,…y es que los comienzos no son nada fáciles y algo tan simple como un nombre puede marcar el futuro de su historia, ya que le define, le enmarca y crea parte de su esencia.
La clave, pues, reside en esta esencia que envuelve el blog, que es la búsqueda de la felicidad y bienestar de las personas que lo leen, y el concepto fluir se ha relacionado mucho con ello. Además, pretende huir de lo rígido o poco elástico, ya que la mente debe adaptarse al cambio, no sólo para sobrevivir sino para poder mejorar en calidad de vida, viviéndola con los cinco sentidos.

Según Mihaly Csikanszentmihalyi, el concepto fluir, o Flow indica un estado en el que la persona se encuentra totalmente absorta en una actividad, de tal forma que las acciones y pensamientos se suceden, perdiendo la noción del tiempo y experimentando un enorme placer o satisfacción. Dicho de otro modo, mientras la persona ejercita sus habilidades para llevar a cabo una actividad, se encuentra en un estado de concentración tal que no es consciente ni del paso del tiempo ni de lo que sucede a su alrededor, además de sentir una gran satisfacción.
Lo más significativo que subyace a este concepto y afirmación es, por un lado, que prácticamente cualquier actividad puede llegar a producir ese estado, y por otro lado, como consecuencia, podemos mejorar nuestra calidad de vida, si nos proponemos llevar a cabo actividades que estén relacionadas con nuestras capacidades siguiendo objetivos  claros y con retroalimentación a corto y a largo plazo.

¡Dicho de esta manera parece que hayamos encontrado la píldora de la felicidad!. ¿Nos os parece?.
No obstante, el concepto de felicidad, tal y como afirma Csikanszentmihalyyi hace referencia a la valoración que hacemos de forma retrospectiva de esa actividad. Es decir, después de haber completado la tarea en cuestión podemos reflexionar y mirar hacia atrás, analizando lo que sucedió y valorando la gratitud de tal experiencia. (Cabe destacar que otras variables como la personalidad y la cultura, estarán influyendo en esta valoración).
De esta forma, es importante remarcar la importancia de llevar a cabo actividades que nos gusten, tener aficiones que nos permitan ejercer habilidades y hacer nuevos aprendizajes. Así mismo, es fundamental marcarse unos objetivos y metas claros, que permitan la retroalimentación. Así también, no debemos olvidar que el ser humano es un ser social, con lo cual es crucial enmarcar las actividades en un ambiente social o grupal, o disponer de un espacio donde se permita expresar y comunicar nuestras emociones, pensamientos y conocimientos.

De este modo, no hace falta que nos toque la lotería para ser felices. Recuerda, a partir de ahora, créate varias listas que te permitan visualizar:
  1.  Objetivos a corto y largo plazo
  2.  Actividades y aficiones que te gustaría hacer
  3. Personas y grupos con los que querrías compartir aficiones y/o actividades
Los ejercicios de visualización son más importantes de lo que creemos, ya que permiten definir en términos de imágenes y palabras aquello en lo que pensamos y tornarlo objetivo, o acercarlo a la realidad. Además, imaginar una realidad que está por venir puede ser un estímulo para vivir el presente y superar la ansiedad por el futuro.

Para finalizar, no olvides las palabras clave que debes tener presentes en tu mente: FLUIR, ACTIVIDAD, APRENDIZAJE, FELICIDAD.

Si tienes cualquier ingrediente que se te ocurra para añadir a la lista te invitamos a participar.

Para mas información puedes ver el siguiente vídeo:

Todo lo que nos revela la escritura

El término de grafología fue introducido por J.H.Michon en el año 1871 y lo definió como el estudio del carácter del hombre por la escritura. Y es que, mediante la escritura podemos saber mucho de la persona que escribe.
La escritura es un proceso consciente (porque escribimos cuando queremos relatar o transmitir algo) y a la vez, un proceso inconsciente, porque en ella quedan reflejados nuestro estado de ánimo y nuestra personalidad.
Una persona triste es probable que refleje su estado de ánimo con una escritura en forma descendente (ver imagen 1) a diferencia de una persona alegre y optimista que normalmente escribirá con tendencia ascendente.
Imagen 1
También, podemos observar el tamaño de la letra que está relacionado directamente con la autoestima. De este modo, una letra grande reflejará a alguien con una autoestima alta y por otro lado, una letra pequeña probablemente mostrará una autoestima baja.

Además de estos aspectos, hay muchas variables interesantes de la personalidad que podremos descifrar mediante la escritura. Una de ellas es la introversión o extraversión  según la inclinación de la  letra. Si la escritura está inclinada hacia la derecha, la persona tiende a la extraversión y  tiene una buena capacidad para conectar con los otros y con su entorno. En cambio, la escritura inclinada hacia la izquierda tiende a la introversión y a la poca sociabilidad. También, podríamos encontrarnos con una escritura vertical, que significa que hay un dominio de la razón sobre el sentimiento, y que el sujeto es reflexivo y equilibrado. O podríamos presenciar una escritura desigual respecto a la inclinación  (es decir, letras inclinadas hacia un lado y letras hacia el otro lado), que en este caso podría significar que el sujeto tiene conflictos internos y es inestable emocionalmente.

Por último, en la escritura podemos observar la forma de la letra, que nos presenta al sujeto como le gusta que el mundo lo vea. Por ejemplo, la letra angulosa (ver imagen 2) indica habitualmente que el sujeto posee mucho carácter y le gusta llevar el mando. No obstante, la letra en forma redondeada revela normalmente una personalidad natural, espontánea y que se adapta fácilmente al ambiente. Otro ejemplo es la letra más elaborada y complicada (ver imagen 3), con trazos innecesarios y muchos adornos que podría describir a una persona  con un fuerte deseo de llamar la atención, con ausencia de sencillez y con un carácter complicado.

Imagen 2

Imagen 3
                                   
A parte de analizar la escritura, con la firma del sujeto podemos obtener más información relevante acerca de él. La firma es como un sello de identidad, que nos refleja el yo interior y es la identificación de esta persona frente a los otros. Como pasa con la escritura, también puede cambiar según el estado de ánimo y puede evolucionar con el tiempo.

Próximamente hablaremos del análisis de la firma. Si te interesa este tema o tienes alguna pregunta, puedes hacer tu aportación.

También, os dejo un enlace de un vídeo muy interesante, que recomiendo que veáis: