martes, 18 de junio de 2013

Combatir la ansiedad

La ansiedad es uno de los trastornos más extendido en la sociedad occidental, cada vez hay más gente que la padece. El ritmo de vida actual, los malos hábitos alimentarios y de sueño, el tipo de personalidad ( Leer artículo Ansiedad-y-personalidad), la situación económica,  un acontecimiento estresante (por ej: pérdida de empleo o pérdida de un ser querido) podrían aumentar la probabilidad de presentar ansiedad. También  es muy probable que si los padres tengan ansiedad los hijos puedan presentar este trastorno, y las mujeres tienen el doble de riesgo de padecerla comparado con los hombres.
Pero, también es verdad que hoy en día se hace un mal uso de este término. Entonces, ¿cómo podemos saber si padecemos ansiedad? Primero de todo, se tiene que distinguir el estado de ansiedad que podemos  experimentar todos ante cualquier acontecimiento como puede ser un examen, o un evento estresante,  y que es debido a una causa justificada y en un momento puntual,  y la persona sabe por qué está nerviosa. Este grado de ansiedad es necesario para el individuo para hacer frente a las situaciones de la vida cotidiana y permite mejorar el rendimiento de las actividades diarias. En cambio, la persona que tiene ansiedad patológica experimenta miedo, desasosiego y preocupación excesiva y es considerado un problema ya que interfiere en todos los aspectos de su vida (familiar, social, laboral, etc.) y puede afectar a su salud. Hay muchos tipos de ansiedad, y a continuación, hablaremos de algunos de ellos: se puede dar que la persona no sepa por qué le ocurre (y habría que indagar en la causa), puede ser desencadenada por un estímulo ambiental (por ej. perro), por una situación determinada (por ej, conducir), o también después de un acontecimiento estresante para la persona (trastorno estrés postraumático), o por último, porque la persona experimenta miedo a los lugares donde no puede recibir ayuda, por temor a sufrir crisis de pánico (agorafobia).

Las personas que tienen ansiedad suelen padecer crisis inesperadas y repentinas  con  síntomas como: aprensión, hiperventilación, falta de aire, palpitaciones, opresión o malestar torácico, miedo a volverse loco o a perder el control, molestias abdominales, náuseas, inestabilidad o mareo, etc. Antes de poder tratar este trastorno, las personas deben de reconocer que tienen un problema y también desear que alguien les ayude. En psicología, existen diferentes técnicas para tratar la ansiedad:

-         Técnicas de relajación: A través de la respiración abdominal se puede llegar a controlar nuestro estado emocional y calmar la ansiedad. También se preparan relaciones guiadas para disminuir la ansiedad.
(Ver siguiente vídeo)


                                                


-     Técnicas cognitivo-conductuales: Son técnicas que pretenden modificar pensamientos negativos y repetitivos por otros pensamientos más positivos, además de cambiar conductas que no ayudan al sujeto a superar la ansiedad (como por ejemplo, la evitación, las personas que padecen ansiedad evitan ciertas situaciones). También existen las técnicas de entrenamiento en habilidades, como enseñar a la persona asertividad (la persona aprende a defender sus puntos de vista y expresar sus opiniones sin herir o perjudicar a otros) o habilidades como la solución de problemas y la toma de decisiones .

Además, también pueden ayudar tratamientos naturales como la acupuntura, y también la dieta, lo que come la persona incide en su estado de ánimo. Ingerir alimentos ricos en magnesio, como por ejemplo, los frutos secos, las legumbres, productos integrales, y verduras como espinacas y acelgas fortalece los nervios y calma la ansiedad. Y por último la práctica regular de actividad física moderada (caminar, correr, nadar, yoga, etc.) es muy recomendada.

Para más información sobre la ansiedad, podéis ver el siguiente documental: